El poder de dar

"La mano que te da una rosa siempre conserva un poco de la fragancia". ¿Cuantas veces olvidamos lo hermoso que es ayudar a alguien? Yo lo tenia olvidado durante un montón de tiempo, sin embargo hasta ahora he tenido la oportunidad de retribuir a la vida un poco de lo que me ha dado.

Cuando alguien dice la palabra dar o ayudar, inmediatamente la asociamos con dinero y en realidad esto no es cierto hay cientos de formas de contribuir al mundo y la mas burda de ellas es con dinero. Para mi las mejores formas de ayudar a alguien en apuros es enseñarle lo que necesita, así como la mejor forma de enseñar aun hambriento no es dándole de comer en la boca, sino enseñándole a pescar o sembrar. Así mismo compartir con algún ser los pocas o muchas enseñanzas que nos ha dado la vida es fabuloso.

Se puede compartir tiempo, conocimiento, palabras inspiradoras escritas en un libro, una palabra de aliento, ejemplos o enseñanzas a través de alguna acción, etc. Este tipo de contribuciones llegan más al corazón que cualquier otra cosa. Son enseñanzas que quedan grabadas en lo mas profundo de tu ser.

Por lo general tendemos a ensimismarnos y no salir de nuestro refugio interior, donde todo lo que nos ocurre lo hacemos gigante, ante los problemas no es encanta dramatizarlos y creer que es lo peor que jamás pudiera haberle pasado a alguien. Pero no, realmente cuando lo piensas detenidamente un montón de gente a tu alrededor tiene tus problemas y muchísimos mas graves. ¿Por qué no dejamos de quejarnos y vemos hacia los demás? Te sorprenderá saber que tu vida es una bendición a comparación de otros. Entonces ¿ por que no compartir algo de lo que dices tener?

Desde mi punto de vista, la raíz de la codicia(no dar a los demás) radica en que creemos que todo en este mundo nos pertenece, que si damos un poco a los demás nosotros nos quedaremos con las manos vacías. Cuando en realidad ocurre lo contrario, por ejemplo ustedes habrán notado que al explicarle un concepto a un compañero al final nos queda mucho mas claro a nosotros mismos. Es te es un burdo ejemplo, para ilustrar como a través de ayudar con algo a los demás al final acabamos enriqueciéndonos nosotros mismos. Se basa en el principio de que sueltas algo para recibir aun más.

Así como un árbol cargado de frutos es el que mas se inclina a dar de si mismo y asi da lugar a nuevos brotes. Así mismo cuando damos un poco de nosotros mismos nos abrimos a nuevas posibilidades y horizonte nunca antes visto. Tu vida tiene un nuevo sentido en el que te das cuenta que no solo se trata de ti.

No tienes que donar millones a una fundación para dar, el verdadero poder radica en actos cotidianos como ayudar a un anciano a cruzar la calle, regalarle una sonrisa a un niño ,etc. Dando y compartiendo lo poco que tenemos, abrimos la bodega del universo y permitimos que ríos de bendiciones vengan en nuestra dirección.

No me creas. Solamente prueba dar y estarás asombrado en los resultados. Regresan desde fuentes que apenas podríamos imaginar. Así es que abre tu camino a las riquezas.

Aventúrate sobre este principio universal. Aventúrate en ti mismo. Los principios universales siempre funcionan. Me atrevo a decir que es necesario dar para crecer.

¿Que puedes ofrecer de ti a los demás? En lugar de quejarte por lo que falta en tu mundo ¿Por qué no lo haces tu para los demás? Puedes practicar este arte, dejando a las personas que conoces mejor que como estaban antes de conocerte. ¿Qué les has dejado, enseñado, dado a tus amigos, familiares y conocidos?

A continuación les dejo unas palabras de Deepak Chopra:

“Recibir es lo mismo que dar, porque dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo desde alguno de los dos polos, obstaculizamos la inteligencia de la naturaleza. En realidad, practicar la ley del dar es muy sencillo: si deseamos alegría, demos alegría a otros; si deseamos amor, aprendamos a dar amor; si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás; si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguir esa riqueza. Es decir, la manera más fácil de obtener lo que deseamos es ayudar a los demás a conseguir lo que ellos desean. Este principio funciona igualmente bien para las personas, las empresas, las sociedades y las naciones. Si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearle en silencio a todo el mundo las cosas buenas de la vida.”

“La vida es la danza eterna de la conciencia, que se manifiesta como un intercambio dinámico de impulsos de inteligencia entre el microcosmos y el macrocosmos, entre el cuerpo humano y el cuerpo universal, entre la mente humana y la mente cósmica.
Cuando aprendemos a dar aquello que buscamos, activamos esa danza y su coreografía con un movimiento exquisito, enérgico y vital, que constituye el palpitar eterno de la vida.”

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