Hoy vi y leí la historia de Rudy
Ruettiger, una conmovedora narración sobre la perseverancia de un hombre pobre
de apenas 1.68 m y 1.75 kg de peso, que consiguió mediante el esfuerzo constante
y la perseverancia entrar al equipo de futbol americano de Notre Dame Fighting
Irish Football, pese a las criticas y los comentarios negativos de todas las
personas que lo rodeaban, pese a la falta de dinero, de un lugar donde dormir,
pese a padecer dislexia; este gran hombre pudo hacer realidad su sueño.
La perseverancia es ese ingrediente
esencial para el éxito, es una cualidad necesaria para el mismo. Es aquella energía,
proveniente de la fuerza de voluntad, que te ayuda a aguantar un poco mas, a
hacer las cosas sin importar las circunstancias adversas. La perseverancia es
la diferencia entre un campeón y uno que
no lo es, es aquello que te obliga a levantarte e intentarlo una vez mas.
La gran mayoría de la gente está preparada
para echar por la borda sus objetivos y propósitos, abandonándolos a la primera
señal de oposición o desventura. Unos pocos continúan, a pesar de todas las
oposiciones, hasta que los alcanzan. Es posible que no exista ninguna
connotación heroica en el concepto de «perseverancia», pero esa cualidad es
para el carácter de un hombre lo que el carbón para el acero.
Así como una gota de agua cayendo
insistentemente en una piedra acaba por hacerle un hoyo, de ese mismo modo
logra el ser humano sus metas en la vida cuando empieza a seguirlas y persiste
en ellas. Una llama acaba por reducir a cenizas el más grande de los bosques.
Hachazo a hachazo el leñero termina por hacer añicos el más grande de los
troncos. De este modo, la perseverancia obra a favor del ser humano. Persistir
en la meta, ser constante en el objetivo, mantenerse en pie de lucha, no
rendirse jamás aunque los otros lo hagan, es lo que en definitiva nos ayuda a
tener éxito en la vida.
Según Napoleón Hill, en su libro “Piense y
Hágase rico”, recomienda estos pasos para desarrollar la perseverancia:
1.- Un propósito
definido apoyado por un ardiente deseo de cumplirlo.
2.- Un plan
definido, expresado en una acción continúa.
3.- Una mente
cerrada a toda influencia y desánimo negativos, incluyendo las sugerencias
negativas de parientes, amigos y conocidos.
4.- Una alianza
amistosa con una persona o más capaz de animar a uno a seguir adelante con el
plan y con el propósito.
Finalmente, quiero que recuerdes que la
genialidad no es por genética, si no la práctica diaria unida a una
PERSERVERANCIA inalcanzable. No importa lo que pase, no desmayes, sigue adelante. La vida es un
desafío constante pero vale la pena aceptarlo
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