viernes, 22 de enero de 2010

Mentalidad de lecho de muerte



Esta semana he visto imágenes impactantes acerca del desastre ocurrido en Haití la semana pasada, sin poder evitarlo, para casi todos lados donde volteaba veía historias similares, cuando uno ve este tipo de sucesos siempre cree que no le pasará a nadie cercano. Como cuando hay alguna enfermedad grave, siempre lo vemos como una realidad ajena, pensamos que nuestra familia, amigos y nosotros estamos exentos de todo esto. Que por ser jóvenes, nunca nos ocurrirá algo así o al menos no en este momento.

Pues bien, esto es una gran ilusión de la mente que tiende a cerrarse en sí misma y ver los dolores del prójimo como si no fueran nada, nos hemos envuelto tanto en las cosas materiales que somos ajenos a todo lo que ocurre, solo vivimos para nosotros. Pues bien, estas situaciones pueden ocurrir a cualquiera de nosotros o a nuestros seres queridos. ¿La razón de ello? La desconozco. Pero definitivamente en este mundo material en donde todo es pasajero parece indicar que lo que realmente importa son aquellos momentos trascendentes en los que se deja ver un destello de nuestro ser interior y lo compartimos con algún ser humano.

Todo este tipo de desgracias nos recuerdan que nuestro tránsito por esta tierra es pasajera, que debemos vivir cada día como si fuera el último. Hoy es el día de disfrutar los frutos de tus esfuerzos, de demostrarle a la gente más importante para ti lo que en realidad es. Pues, nadie tiene asegurado el mañana, ni las posesiones materiales que ha adquirido hasta hoy.

¿Qué harías si hoy durante la noche, te informarán que es el último día de tu vida? Suena, fuerte ¿no? pero es verdad. Te quiero proponer que realices un ejercicio que un día leí en el libro “Sadhana” de Anthony de Mello que se resume en imaginar con DETALLE que nuestro médico de cabecera nos informa que solo tenemos un mes de vida, una enfermedad terminal y que no hay nada mas que hacer. ¿Qué pensarías en ese momento? ¿Qué actividades harías o dejarías de hacer a partir de que te informaron eso? Trata de sentir todo como si estuvieras viviéndolo. ¿Qué les dirías a tus seres queridos? ¿Qué lugares te gustaría visitar?¿Que sentimientos y pensamientos te gustaría experimentar?

La mayoría de las personas sacan de este ejercicio un grande aprecio por la vida y enorme amor a la misma... Como consecuencia, se sumergen en ella con mayor profundidad, la disfrutan, la viven la emplean más intensamente… Muchos se sorprenden al darse cuenta de que no temen la muerte tanto como suponían… Ocurre con demasiada frecuencia que sólo cuando perdemos algo somos capaces de apreciar su valor. Nadie agradece la vista más que el ciego. Nadie valora y estima tanto la salud como el enfermo. Pero, ¿por qué tenemos que aguardar a perder esas cosas para hacemos capaces de apreciarlas y disfrutar de ellas?

Pues bien básicamente es tener una mentalidad de lecho de muerte, la cual nos ayuda a entrar a la realidad de que algún día nosotros, familiares y amigos dejarán este mundo y esto nos obliga a vivir y disfrutar al máximo cada día con cada uno de ellos y a su vez, a realizar recordarnos que al menos debemos de realizar alguna acción trascendente durante el día que nos lleve mas cerca del propósito de nuestras vidas. (Estas acciones son determinadas por cada quien de acuerdo a sus prioridades fundamentales)

Les recomiendo que al despertar, se pregunten ¿Qué haría hoy si fuera el ultimo día de mi vida? ¿Qué cosas positivas les he dejado a otras personas? Tal vez sea momento de ayudar a alguien, regalar una sonrisa, un libro inspirador, comenzar a escribir y darlo a conocer. No lo se, solo tu puedes conocer cual ha sido la trascendencia que has dejarías en este mundo si hoy tuvieras que partir. Dice un proverbio chino: “La mano que te da unas rosas siempre conserva un poco de fragancia”. Pues bien tratemos de ayudar al menos con una palabra de aliento a aquellos que pasan por grandes dolores.

No se si antes hayan pensado algo sobre esto, y no quiero atormentarlos dejándoles grandes traumas al hacerlos reflexionar sobre esto, sin embargo es una realidad: la enfermedad, el dolor y la muerte son parte de este mundo. Piensa que quieres dejar en este mundo cuando te vayas y deja de comportarte como si te quedarán 500 años de vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

amigo: nunca me habia detenido a visitar tu blog, pero me has sorprendido, no conocia esa capacidad que tienes y te felicito, es muy cierto lo que dices.
cuando publiques tu libro me invitas he !!!
cuidate memito.
chucho.V
pd. soy tu fan jaja

Anónimo dijo...

memooo ... me konmoviste definitivooo sii lloree !!! felicidades weee eskribes super boniiito de vdd!!!!! :D
atT. Fa*

Ana Elia dijo...

fuerte eso último. en realidad me queda como una décima parte de ello... inspiring! :)

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