jueves, 7 de enero de 2010

Clausurando ciclos




Ayer leí estas palabras tan sabias (que se le atribuyen a Paulo Coelho, pero en su libro El Zahir las menciona y dice que el jamás las escribió) y me cayeron como anillo al dedo, pues encierran una gran verdad: vivimos aferrados a nuestro pasado. Este pasado va disfrazado de relaciones que ya terminaron o que no pudieron ser por cualquier causa.

Creemos que eso que ya no esta (trabajo, personas, lo que sea) es indispensable para vivir, caemos en una gran depresión y es lógico, pasamos grandes momentos en ese pasado. Creemos que nada volverá a ser igual, y nos pasamos atormentándonos y preguntándonos ¿en que fallamos? ¿Por qué paso esto?

Sabemos que apegarnos, nos hace daño, pero no hacemos absolutamente nada por remediarlos, seguimos ahí sufriendo daños cada día más, teniendo la esperanza de que ese pasado tan añorado algún día volverá. Sin embargo, hay momentos en los que es mejor decir adiós a toda situación que ya ocurrió en el ayer o que no pudo ocurrir. Es el momento de liberarnos de una carga innecesaria y de romper aquellos grilletes del pasado que nos mantienen esclavizados, impidiéndonos disfrutar este momento, que es un regalo, por eso es llamado presente.

Es hora de que nos abramos nuevos caminos, y nos atrevamos a aventurarnos en nuevas cosas, que olvidemos todo lo que fue y que con esos aprendizajes que nos dejo esa relación o experiencia del pasado descubramos que podemos vivir perfectamente sin aquel ciclo anterior. Pues nacimos sin eso y seguiremos viviendo así. Que esa aparente necesidad de aquello del pasado es falsa, que muy ingeniosamente nuestra mente ha creado un sentimiento de carencia que solo puede llenar ese pasado.

No te atormentes, respira, agradece por los aprendizajes adquiridos y por las experiencias pasadas y dale la bienvenida a todo lo que te espera o que esta ahí, pero que al aferrarte y voltear tu visión hacia atrás no has podido ver, lo que esta a tu alrededor.

Si ponemos suficiente atención a la naturaleza, hemos de darnos cuenta que la vida es un fluir constante, así como al agua de un río no se queda estancada, pues hacerlo significaría pudrirse y despedir de ella fétidos olores. Así debemos dejar ir nosotros, pues nada en este mundo nos pertenece, ni nuestro propio cuerpo.

Debemos de tomar una actitud de nómadas espirituales, los cuales en vez de andar mudándose de lugar constantemente, van caminando por la vida sin aferrarse a nada, sin que ello signifique que no disfrutan al máximo cada uno de esos lugares, personas y experiencias que pasan día a día. Pero tienen la sabiduría para saber cuando algo ha terminado y dejarlo ir.

Se que clausurar ciclos no es algo sencillo, requiere coraje y determinación, pero es algo necesario y obligatorio para seguir nuestra vida.

Detengan un momento la música, tomen conciencia de su cuerpo y lo que hay a su alrededor y pregúntense ¿Qué ciclos debo cerrar?¿Que personas o recuerdos de ellas me tienen aferrado al pasado? ¿Ya me di cuenta que todo eso ya llego a su fin o me estoy autoengañando? Pensemos si realmente queremos seguir ahí y solo obtener insatisfacciones y si realmente vale la pena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes ke nada déjame decirte ke tu forma de escribir va mejorando notablemente he....tus ideas las transmites de mejor manera y sobre todo, más clara. Es un muuuuuuuy buen tema puesto ke no hay persona en este mundo ke no se haya aferrado a algo, y no lo pasamos una vez, lo pasamos miles de veces, aprendemos dejar ir algo y en eso llega algo más a que aferrarse, pero porque?? en mi opinión es ke de una u otra manera "eso" mejora nuestras vidas, en autoestima, económicamente en compañía, pienso ke aferrarse es bueno en -ciertas situaciones- pues solo así demostramos esa otra persona ke esta muy oculta en cada uno de nosotros, esa persona ke es capaz de llegar a sus límites y aún así superarlos para llegar a una meta., más sin embargo, estoy totalmente de acuerdo, ke el error más común es no notar la diferencia entre las cosas ke podemos cambiar, alcanzar, y las cosas ke no. Hay está la verdadera amargura del aferrarse.

Muy buen tema.

Yina

Guerrero de la Luz dijo...

Gracias Yina por tu comentario.
Cocuerdo con tu opinión siempre nos aferramos a algo en mayor o menor grado. Pero, ¿será posible vivir sin apegarse a algo y aún así disfrutarlo? Esa duda me inunda ultimamente, ojála pronto encontremos respuesta.

Nuevamente gracias por tu opinión, en verdad la aprecio

Anónimo dijo...

que barbaro flakete si tienes razon si m queda mucho el tema pero es dificil cerrar ese circulo =(, pero pues bueno lo intentare

Víctor

pd.- concuerdon con yina has mejora bastante q bien felicidades

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Top WordPress Themes